Me da vértigo el punto muerto y la marcha atrás, vivir en los atascos, los frenos automáticos y el olor a gasoil. Me angustia el cruce de miradas la doble dirección de las palabras y el obsceno guiñar de los semáforos. Me da pena la vida, los cambios de sentido, las señales de stop y los pasos perdidos. Me agobian las medianas, las frases que están hechas, los que nunca saludan y los malos profetas. Me fatigan los dioses bajados del Olimpo a conquistar la Tierra y los necios de espÃritu. Me entristecen quienes me venden clines en los pasos de cebra, los que enferman de cáncer y los que sólo son simples marionetas. Me aplasta la hermosura de los cuerpos perfectos, las sirenas que