¿Deseas que te amen?
Nunca pierdas, entonces,
el rumbo de tu corazón.
Sólo aquello que eres has de ser,
y aquello que simulas, jamás serás.
AsÃ, en el mundo, tu modo sutil,
tu gracia, tu bellÃsimo ser,
serán objeto de elogio sin fin
y el Amor... un sencillo deber.
Edgar Allan Poe