Incitación // Mario Benedetti
En el muro quedaron los tatuajes del juego, el tiempo me conmina pero no me doblego, siento a pesar de todo brutal desasosiego y el código de agobios lo dejo para luego.
Antes de que el crepúsculo en noche se convierta, y se duerma la calle y se entorne la puerta a solas con mi pobre madurez inexperta,
quiero que mi demanda se encuentre con tu oferta.
No es bueno que la astucia me busque a la deriva como si el amor fuera sólo una tentativa y ya que ahora asombras a mi alma votiva, confÃo en que asombrado tu cuerpo me reciba.
Nos consta que el presente es breve y es impuro, pero cuando los torsos celebren su conjuro y llamen nuestros ojos cual brasas en