Exquisito el sabor de la miel, embriagante el perfume de la flor, apasionante la escalada de la montaña e incansable la búsqueda del amor.
En la sencillez de mi niñez aprendà a valorarlo todo, en la inocencia de mi adolescencia descubrà mi total ignorancia del mundo que me rodea, en la reveldÃa de mi juventud experimenté la verdad de la vida y en la plenitud de mi madurez emocional fluyo liviana como la brisa, brillo como un rayito de sol, sonrÃo vigorosa desde el fondo de mi corazón.