Hay muchos momentos donde la soledad marca mi esencia, una esencia que lleva cultivada dentro de un alma, que a pesar de los tropiezos de las v鱈as del camino, se ha levantado y flotado hacia el horizonte de la vida, una vida a la cual no sabemos, cuando y donde llega a su final.
Los ngeles terrestres pasan, unos se quedan para marcar nuestras almas e irse, otros las sellan para toda la vida, nuevos la tratan de da単ar, pero aunque nos cuesta reponernos, Dios nos da la fuerza de recuperarnos de esos ngeles terrenales, que nos perjudican, y aprendemos a levantarnos de nuevo, all鱈 se nos da una lecci坦n pr叩ctica sobre sanar, para seguir hacia adelante.
Ah! querida soledad ya eres mi fi
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