Tú que habitas al amparo del AltÃsimo y resides a la sombra del Omnipotente, 2. dile al Señor: "Mi amparo, mi refugio, mi Dios, en quien yo pongo mi confianza". 3. El te librará del lazo del cazador y del azote de la desgracia; 4. te cubrirá con sus plumas y hallarás bajo sus alas un refugio.