Te ofrezco un azul libre,
el más alto de todos,
y sobre las cabezas de piedra
lloveremos la justicia.
Abrazada por la calidez de las colinas, me parió mi madre en camastro de cuero crudo. Mi abuela dejó correr el agua tibia por mi cuerpo resbaladizo y me ecomendó a todos los santos del universo. La Piedra de ApagüÃz fue mi techo.