A veces soy mujer, otras soy una niña de diez, hay dÃas en los que soy un hombre con bigote y una vez fui sólo voces en la habitación.
Supongo que no soy más que otro dÃa en el mundo, pero hay veces en las que me permito el capricho de ser algo más y, cuando ello ocurre, acabo interpretando un sinfÃn de personajes que esperan a ser exhibidos frente a alguien más. Curiosamente, la mayorÃa de ellos comparten un mismo fin: existir.