No tengo mucho que contar, tengo intereses y metas como todos, mi vida transcurre y fluye como cualquier vida de una mente disidente.
Mis proyecciones son que el consumo no me consuma y que el sistema no arrase ni con mi pensamiento ni con el colectivo.
Mi vocación ayudar, enseñar y debatir. Mi necesidad defender. Por eso estudiaré derecho.