La crueldad tiene corazón humano y la envidia humano rostro; el terror reviste divina forma humana y el secreto lleva ropas humanas.
La crueldad, como cualquier otro vicio, no requiere ningún motivo para ser practicada, apenas oportunidad.
Nunca te burles de la muerte, que ella siempre te observa por detrás sintiendo el frÃo de su aliento en tu oÃdo.