Roma Romanà no es un princesa como las demás.
Su palacio es un carromato tirado por un viejo jamelgo, su reino no tiene lÃmites
y ya ha dado varias veces la vuelta al mundo.
Su padre no tiene corona. Todos sus dientes son de oro y ese es su único tesoro.
Va de pueblo en pueblo acompañada de toda su corte, para presentar sus actuaciones.
Roma es una artista de circo. Su número preferido atarse a una cuerda
y girar, girar, girar...hasta tocar las estrellas.