¿Quién me conoce?
nadie, ni yo misma.
Si mi sombra se pregunta:
¿De quién soy sombra?
y mi corazón se cuestiona:
¿A quién doy vida?
Ahora sólo yo me observo gritar,
gritar a los cuatro vientos,
gritar al cielo,
gritar a la vida,
por una complicada respuesta, para una simple pregunta
¿Quién soy?
La respuesta está en la punta de mi lengua,
sencilla como el polvo,
¿Qué demonios importa quién soy yo
si al fin y al cabo, soy y seré lo mismo toda mi vida?,
un amante de la noche y de la locura,
soy yo.