Treinta años de dedicación intensa a la economÃa y la empresa bien valen una reflexión, fruto de la cual he decidido compartir mi tiempo entre el asesoramiento, la comunicación, la formación y la literatura. El reparto de las jornadas lo dejo en manos de las Moiras, personificaciones del destino. Ellas me susurrarán cada mañana la ruta a seguir.