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Maip煤, Chile

"Yo no respeto las ideas de nadie que est茅 en desacuerdo con las m铆as; combato las ideas de todos los que no piensan como yo; me r铆o de las ideas ajenas, cuando son rid铆culas y cursis. Lo que hace a la humanidad desgraciada es esa norma clerical y jesu铆tica de respetar las ideas y atropellar a la humanidad, de explotar la vida de nuestros hermanos; por respetar las ideas tenemos tiranos espirituales, tiranos materiales, verdugos nuestros; los gobiernos y los capitalistas. Yo respeto a los hombres, la vida de los hombres, y no s贸lo les respeto; les amo, les quiero como anarquista a todos, de todas las razas y pa铆ses e idiomas; pero combato sus ideas err贸neas, ego铆stas, sanguinarias,