Recupere mi voluntad, cuando Arthas perdÃa su poder, y escapando del control al que estaba sometida, uni a otros que como yo volvÃan a pensar por sà mismos. Con este recién formado ejército, y aprovechando la ausencia del prÃncipe Arthas, ataque a los señores de los demonios que habÃan invadido Lordaeron.
Una vez vencidas las fuerzas de estos demonios, humanos vivos controlados mentalmente, lleve a cabo las dos acciones que me perpetuarÃan en el poder: Ordene asesinar al resto de humanos que se encontraran en Lordaeron y ligue al último señor de los demonios, Varimathras, a mi voluntad.
Tras esta declaración de intenciones, renombre a las fuerzas que comandaba, como los Re