Me crearon dentro de una lavadora. Echaron un óvulo, un espermatozoide y un tapón de MimosÃn y le dieron al programa delicado/seda, de ahà que haya salido tan cariñoso. Me abandonaron en un Carrefour y allà pasé mi infancia, pubertad y juventud; si bien me crié sin amor y sin vacunar, cierto es que jamás me faltó de nada. Mi adicción al azúcar me traicionó y una mañana fui descubierto por una dependiental del Belrose, desde entonces trabajo gratis como la mascota Pumpy-Dumpy en el supermercado para saldar mi cuenta.