"Señor, ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
No me dejes caer en el orgullo, si triunfo,
ni en la desesperación, si fracaso.
Más bien recuérdame...
"que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo..."