Sé firme en tus actitudes y perseverante en tu ideal. Pero sé paciente, no pretendiendo que todo te llegue de inmediato. Haz tiempo para todo, y todo lo que es tuyo vendrá a tus manos en el momento oportuno. Aprende a esperar el momento exacto para recibir los beneficios que reclamas. Espera con paciencia a que maduren los frutos para poder apreciar debidamente su dulzura.
Aprende a mirarte con amor y respeto, piensa en ti como en algo precioso. Desparrama en todas partes la alegrÃa que hay dentro de ti. Que tu alegrÃa sea contagiosa y viva para expulsar la tristeza de todos los que te rodean. La alegrÃa es un rayo de luz que debe permanecer siempre encendido, iluminando todos nuestros