No es preciso que sea un perfecto amigo/a ; basta que sea profundamente humano, que tenga sentimientos y un gran corazón.
Que sepa compartir dolores y alegrÃas, hablar y saber callar, sobre todo, saber escuchar, gustar de la poesÃa, de la madrugada, de la música, del sol y de la luna, sentir un gran amor por alguien o sentir falta de no tener ese amor, saber guardar un secreto.
No es preciso ser de primera mano, ni es imprescindible ser de segunda.
Tiene que sentir los dÃas tristes y respetarlos. Saber renunciar en favor de alguien.
Tener un ideal, y en caso de no tener, sentir el gran vacÃo que esto deja.
Tener resonancias humanas, voluntad de integrarse al mundo y en caso d