Con el pucho de la vida apretado entre los labios,
la mirada turbia y frÃa, un poco lento el andar,
dobló la esquina del barrio, curda ya de recuerdos,
como volcando un veneno esto se le oyó cantar.
Vieja calle de mi barrio donde he dado el primer paso,
vuelvo a tà doblado el mazo en difÃcil barajar,
con una daga en el pecho, con mi sueño hecho pedazos,
que se rompió en un abrazo que le diera la verdad.
Aprendà todo lo bueno, aprendà todo lo malo,
sé del beso que se compra, sé del beso que se da;
del amigo que es amigo siempre y cuando le convenga,
y sé que con mucha plata uno vale mucho más.
Aprendà que en esta vida hay que llorar si otros lloran
y, si la murg