Me gustan mis errores. No quiero renunciar a la deliciosa libertad de equivocarme.
Deben filosofar tanto el joven como el viejo; éste para que, en su vejez, rejuvenezca en los bienes por la alegrÃa de lo vivido; aquél, para que sea joven y viejo al mismo tiempo por su intrepidez frente al futuro..
El mayor descubrimiento de mi generación es que los seres humanos pueden cambiar de vida cambiando de actitud.