Imagino el dÃa de mi nacimiento, el momento exacto para traer al mundo a alguien que lejos de burlarse de la vida, le disfrutarÃa hasta el ultimo minuto, con un objetivo claro, reconociendo que ellos, los que me miran al nacer, me besan y disfrutan, son más ingenuos que yo, pues piensan que los chiquillos al nacer no contamos con la capacidad suficiente de apreciar cuando las cosas van bien o mal, que solo lloramos al sentir la necesidad de comer o cuando nos molestan las humedecidas piernas al no poder controlar el hacer pis.
Me Detengo un momento e imagino… el nacer de aquel niño que mostrarÃa al mundo una nueva forma de ver la vida, un reparador de sueños, caÃdo de lo más alt