Te quiero a las diez de la mañana y a las once y a las doce del dÃa.
Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces en las tardes de lluvia.
Pero a las dos de la tarde o a las tres.. cuando me pongo a pensar en nosotros dos, y tu piensas en la comida o en el trabajo diario o en las diversiones que no tienes, me pongo a odiarte sordamente con la mitad del odio que guardo para mi.
Luego vuelvo a quererte cuando nos acostamos y siento que estás hecha para mi; que de algún modo me lo dicen tu rodilla y tu vientre y que mis manos me convencen de ello y que no hay otro lugar en donde yo me venga, a dónde yo vaya mejor que tu cuerpo.
Tu vienes toda entera a mi encuentro y
We’ve updated our privacy policy so that we are compliant with changing global privacy regulations and to provide you with insight into the limited ways in which we use your data.
You can read the details below. By accepting, you agree to the updated privacy policy.