* Estamos en este mundo para convivir en armonÃa. Quienes lo saben no luchan entre sÃ.
* Tu peor enemigo no te puede dañar tanto como tus propios pensamientos. Ni tu padre, ni tu madre, ni tu amigo más querido, te pueden ayudar tanto como tu propia mente disciplinada.
* Una mente irreflexiva es un pobre techo. La lluvia de la pasión inundará la casa. Pero al igual que la lluvia no puede atravesar un techo fuerte, tampoco las pasiones pueden penetrar en una mente ordenada.