Tengo que conocer a la otra persona y a mà mismo objetivamente, para poder ver su realidad, o, más bien, para dejar de lado las ilusiones. Tengo en cuenta ahora que en el gran amor y los grandes logros requieren grandes riesgos. El amor jamás reclama; da siempre. El amor tolera, jamás se irrita, nunca se venga. Donde hay fe hay amor, donde hay amor hay paz, donde hay paz esta Dios y donde está Dios no falta nada y si al ofrecer amistad al que pide amor es como dar pan al que muere de sed > Entonces lo acepto ...
Dios grande, gracias por enseñarme tantas cosas para crecer quizas nunca pueda volver a creer en lo mismo o bien vuelva pero lo que si sé, es que de esta experiencia debo v