Fui tan docil en tus manos, barro suave ante tu tacto,
piel quemada por la mirada de un fantasma al que no abrazo,
siento aire en estos labios, y no hay nadie, solo una ausencia,
un vacio con apariencia de una llaga perturbable por el fuego del recuerdo,
pardos besos en el cuerpo juguetean con las noches, sin tomar en cuenta los reproches,
de unas hadas en la cama, de un demonio en la corniza, de una esperanza atada,
mientras caliente tu cuerpo, la nostalgia tiene risa, por saber que es mio el anhelo,
de un divan y tu encima, de un soberbio beso, de una noche larga,
de las cortinas abiertas, y el pudor en retirada, de tu boca sin habla, de tu cuerpo tibio, temperatura ascende
We’ve updated our privacy policy so that we are compliant with changing global privacy regulations and to provide you with insight into the limited ways in which we use your data.
You can read the details below. By accepting, you agree to the updated privacy policy.