Un dÃa la vida me pegó fuerte, después de tanto tiempo aprendà a resistir, aprendà a levantarme, a sonreÃr aunque me cueste la vida misma. Me sigo cayendo, pero ahora se por donde tengo que caminar y por donde corro peligro. Me levanto para volver a intentarlo, pero cada vez de una manera distinta, ya comprendà que caminando en lÃnea recta uno no puede llegar lejos. Cambio para superarme, me supero luchando, lucho por mis sueños, sueño porque ellos son las esperanzas de hoy, y vivir sin esperanza es tener la seguridad de que lo que soñamos jamás llegará y eso es estar derrotado antes de intentarlo.
DÃa a dÃa nuestra realidad cambia, las personas cambian, uno cambia. Hay que