ORACIÓN DEL FISIOTERAPEUTA
Gracias Dios, por haberme dado el
don sublime y el regalo
maravilloso de poder dar consuelo, de hacer
brillar la alegrÃa y esperanza,
en los ojos antes nublados por la tristeza y opacados por el dolor.
Haz suave mis manos y ligera cuando toque el
dolor, dame acierto en el orden técnico para que sea oportuno, haz
que llene los corazones de esperanza y les despierte las ilusiones.
Haz que mi corazón sea muy compasivo para que en el quepan todos
los dolores, tristezas e incomprensiones de mis asistidos. Hazme sereno para que ninguna contrariedad me turbe y ninguna ofensa me impaciente, hazme alegre para poder alegrar desde mi propio dolor.
Hazme prudent