La Raza Humana ha sido educada por sus errores: en primer lugar sólo se ha visto imperfecta; en segundo lugar se ha atribuido cualidades imaginarias; en tercer lugar ha sentido que ocupaba en la jerarquÃa de los seres un rango falso entre el animal y la naturaleza; en cuarto lugar ha inventado continuamente nuevas escalas de valores que, por algún tiempo, consideraba eternas y absolutas, de forma que tal impulso o estado humano se encontraban, cuando les llegaba el turno, ennoblecidos por toda estimación.