Mis ideas no están en mi cabeza, están en las alas
mermadas, en las heridas que crecen, en la denigrante
asfixia. Mis ideas no están en mis palabras están en lo terrible de tus dÃas en el abundante dolor que te acosa, en la frialdad con la que te roban. Mis ideas no están en mà están donde tú estás queriendo llevarte a un lugar seguro.