A: No puedo dejarte
B: Lo sé. Y no puedes seguirme
...
A: Si me dejas, ¿cómo lo sabré?
B: Toca el silbato, y si yo no acudo es que te he dejado
...
A: ¿No vendrás a decirme adiós?
B: ¡Oh, no creo!
...
A: Pero podrÃas estar muerto en la cocina.
B: Seria lo mismo.
A: SÃ. ¿Pero cómo sabrÃa si estas muerto en la cocina?
B: Bueno... terminarÃa por heder.
A: Hiedes ya, toda la casa hiede a cadáver.
B: Todo el universo.
A: El universo me importa un bledo. Busca algo.
B: ¿Cómo?
A: Un truco, busca un truco... Una solución.