Chascona, a pata pel谩, cara sucia y las rodillas rasmill谩s, era capaz de cantarle al viento, columpiarse bien juerte, hasta volar sobre el perro Cantinflas y los aromos.
Cuando su mami la encorsetaba en el 煤nico vestido, la obligaba a ba帽arse y le estiraba el pelo en dos chapes que la dejaban con los ojos a煤n m谩s chinitos... no se mov铆a, calla铆ta no m谩h y sin chistar.
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