Los fuertes
se apoderan de todo: para el hombre, esto es una falta de equilibrio. Los débiles se defienden y saquean al
fuerte: he aquà crÃmenes que establecen el equilibrio necesario en la naturaleza. No tengamos nunca escrúpulos
de lo que podamos sustraer al débil, porque no somos nosotros los que cometemos el crimen, sino el
débil con su defensa o su venganza: al robar al pobre, al despojar al huérfano, al usurpar la herencia de la
viuda, el hombre no hace más que usar los derechos que ha recibido de la naturaleza