No me has dicho tanto
ni te he conocido mucho,
pero siento tu ternura
en cada palabra tuya.
Y me gusta tu dulzura
y como dices las cosas,
y admiro tu valentÃa
y adoro el ser que escondes.
Y adivino en tu mirada
que sueñas con ilusiones
que edifican otros mundos
donde moran los quijotes.
Y me encantas por que sabes
lo triste que estoy a veces,
y como con tus palabras
haces que mi ilusión renueve.
Orgullosa de la sangre
que corre por tus venas,
la maya por tu madre
y zapoteca la paterna.
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