vendedor de churros con mayo y mariscos confitados
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''Los Trapos Sucios'''
Llevaba algún tiempo planeando
lo que hice a continuación. Fui corriendo hasta una casa cercana llena
de degenerados con los que me gustaba drogarme y les pedí un cuchillo.
Alguien me lanzó una navaja. Saqué la hoja, extendí el brazo en el que
llevaba un brazalete y hundí la navaja directamente sobre mi codo, deslizándola
hacia abajo unos diez centímetros y cortando en algunos sitios tan
profundamente que se podía ver el hueso. No sentí absolutamente nada. De
hecho, me pareció que tenía una pinta realmente buena. A continuación
llamé a la policía y dije que mi madre me había agredido.
Quería que la encerraran para poder vivir solo
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