Nacà ateo, como nacemos todos los seres humanos. Pero durante la infancia y la adolescencia fui adoctrinado en la religión católica, y se me privó del aprendizaje de las teorÃas cientÃficas que debilitaban el poder de la Iglesia. Me tomó años revertir esta situación. Al comienzo no podÃa pensar libremente en ideas contrarias a las que me habÃan inculcado, porque sentÃa que estaba pecando. Pero puedo decir con satisfacción que me libré del lavado de cerebro. Después de años de lectura y de meditación sobre estos temas, ya no siento el menor remordimiento por haberme alejado de la religión; todo lo contrario, me siento libre y contento de haberlo hecho. Y la Internet me ofrec