Pontificia Universidad Javeriana
CIRE
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Esto, pues, fue mostrado a nuestro padre Ignacio:
vio a Dios ponerle definitivamente en el servicio
de Cristo llevando la cruz, y decirle:
'Ego vobiscum ero', etc. Esta misma es nuestra vocación,
o sea, servir a Cristo que lleva su cruz... MNadal V, 789 (Diccionario de Espiritualidad Ignaciana, Manresa-ST y Mensajero)