No puedes intentar orar, intentar ayunar, intentar ser más espiritual o intentar recuperar la comunión.
«jamas intentes, simplemente entrena».
No se trata de intentar, sino de entrenar.
Cuando entrenas, continúas orando aunque
te quedes dormido, regresas al dÃa siguiente. Porque quien realmente conoce a Dios se esfuerza y actúa, no se trata de algo sobrenatural o magia, sino de una seria y concienzuda disciplina de entrenamiento.
We’ve updated our privacy policy so that we are compliant with changing global privacy regulations and to provide you with insight into the limited ways in which we use your data.
You can read the details below. By accepting, you agree to the updated privacy policy.