Un PaÃs que despierta en un frió hielo, Disfruta de la fuerza de su naturaleza, que a la vez frágil y esplendorosa, puede llegar a desgarra las entrañas de lo tierra siempre avisando nos, viendo a la gente que crece en el y disfruta, de sus alegrÃas, y tristezas, que se acoge mutuamente, que cuando ya tomamos, sol, nos da unas costas de maravillas apiladas, desde comienzo a fin, una hermosa cordillera levantada, tanto como la fuerza, de estas personas, que despiertan cada dÃa, con un clima, que agrada y desagrada.
Pero que siempre disfrutamos, un valle verde precioso extenso, para disfrutar de los jardines del Edén, en nuestra propia tierra, a pies descalzo, por la extensa arena del