Amo a Dios y creo fielmente en su poder, amor y misericordia. Sé que estoy segura si me acurruco en su perfecta mano.
Tengo la firme convicción de que los adultos tenemos la hermosa responsabilidad de proteger y orientar a los más pequeños, brindando un entorno sano y apropiado.
Creo en el poder transformador de la comunicación.