No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante. Tambi茅n es obvio que quien cultiva la tierra no se impacienta frente a la semilla sembrada, hal谩ndola con el riesgo de echarla a perder, grit谩ndole con todas sus fuerzas: 隆Crece, por favor!
Hay algo muy curioso que sucede con el bamb煤 japon茅s y que lo transforma en no apto para impacientes: siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.
Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad,
no pasa nada con la semilla durante los primeros siete a帽os, a tal punto que, un cultivador inexperto estar铆a convencido de haber comprado
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