Qu辿 f叩cil es hablar del perd坦n, pero que dif鱈cil es darlo.
Algunos han dicho que es un don el saber que estamos equivocados y que podemos ser perdonados; pero 多qu辿 pasa con los que se equivocan y nos hacen da単o?
Algunas veces deseamos castigar a dicha persona, pero quienes salen m叩s castigados somos nosotros mismos y para liberarnos es necesario renunciar a esos sentimientos dolorosos que no son nuestros, sino que son de quien nos hizo da単o, y hay que dejarlos ir.
El perd坦n no se pide, se da... Y la raz坦n m叩s importante para darlo es que me libero de una gran carga.
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