Y casi a punto de rendirme, fue cuando entonces Tú llegaste.
No fue necesario una palabra oÃr, bastó con extender tus manos hacia mi. Y Tu mirada me produjo paz.
En el justo momento y lugar llegaste para mi sed de amar. Cuando perdido buscaba alrededor, Tú me encontraste y me diste una razón para hoy levantarme y continuar, y ahora jamás volveré atrás.
Y hoy declaro que en Ti fuerte soy, que nada me vencerá, porque conmigo vas.