Sin mirar atrás, eso es. No volverse para ver lo que ya no tenemos, tan sólo recordarlo para mejorar, o para seguri adelante. Centrarse en el camino que hay por delante, construir la experiencia del dÃa a dÃa, experiencia que de un momento a otro, volverá a quedar atrás. Avanzando para no estancarnos en lo que fue, o en lo que pudo ser, caminando sin prisa, y de vez en cuando, con alguna que otra pausa. Una pausa para respirar hondo, retomar fuerzas, y agarrar a la vida con toda la confianza que osemos tenerle. Seguir siempre hacia adelante, sin decaer del todo, con los ojos puestos no en la meta final, sino en las metas de cada dÃa. Seguir siempre, sin mirar atrás. Éso es lo que yo