No sé cuándo el mundo empezó a ser fatalista, mediocre y desfasado, seguramente siempre ha sido asà pero bueno, he tenido la fortuna de aprender a disfrutarlo.
Me gusta la poesÃa, me complazco enternecida con la literatura, la polÃtica y la música, he aprendido a considerar las cualidades de todas las personas, que afortunadamente, aparecen en mi camino, irradio felicidad no porque carezca de problemas sino porque me ilustro de ello. Mi consuelo... los libros, un poema, la escritura, tal vez una pelÃcula ochentera.
Me encuentro maravillada y embelesada por los clásicos; el blues, el jazz, el rock, sobresaltan mi carisma.
No creo en el hecho de que exista un dios, spaghetti, pare