El descubrimiento más importante de mi generación es que los seres humanos, con sólo cambiar las actitudes interiores de sus mentes pueden cambiar los aspectos exteriores de sus vidas.
Sólo conozco dos tipos de personas razonables: las que aman a Dios de todo corazón porque le conocen, y las que le buscan de todo corazón porque no le conocen.