La vida no puede ser más que belleza; de campos de flores eternas bajo lunas de madrugada; de verdades irreales, de magia; de lágrimas de cacuy, de cocodrilo; de patria o muerte, de pingüinos en la Lacandona. La vida es la vaina de los sueños, es la tierra del cultivo, la oración del culto, el camino de gigantes, las notas de los suspiros, los ojos de Tania. La vida, sin duda, no puede ser menos que eterna. Mi vida, no es más que bella.
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