Algo te ha pasado estos últimos años que ha hecho que te sobreprotejas en exceso. Has tejido un escudo protector sobre tu corazón para que no te hagan daño y no te has dado cuenta de que, de esta forma, te haces daño a ti mismo. La gente no llega a conocerte, no pueden ver lo que realmente llevas dentro, pues te muestras frÃo e indiferente, cuando en realidad, las cosas te importan más de lo que das a demostrar. Dale vida a tu corazón, antes de que el hielo se derrita y te quedes sin nada.