"Y el ruido de la calle como un pájaro en la ventana entreabierta, el corazón del mundo renaciendo, ruidos de coches y voces, y allí aquellos latidos, aquella saliva pasando de una boca a otra, árboles, orugas, infiernos y dioses, todos trabajando a un tiempo aquél verano que ya empezaba a declinar y entre aquellos besos corrían las imágenes de los últimos días, pétalos de rosas rojas derramados..." (el camino de los ingleses)
"Me odiabas y tu odio era un lazo tan fuerte como si me hubieses amado." (el último encuentro)
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