Aprendà que el verdadero poder de una persona radica en nunca sacrificar los principios y jamás ceder ante el odio y el miedo, que son hermanos de la violencia. Aprendà a levantar la voz cuando hace falta y a llorar cuando duela la realidad (...)
Asà que bailen, salgan, griten, piensen, usen la creatividad y exprésense libremente, pero nunca crean que para cambiar al Sistema hay que imitarlo y seguir sus reglas
Lidia Cacho.